La construcción de secuencias puede hacerse de diversas maneras. En esta oportunidad hablaré de dos de las más comunes, que aunque en apariencia son muy similares, sus pequeñas diferencias constituyen un gran aporte en lo que a creación de sentido se refiere.
Ambos tipos de montaje describen dos o más líneas de acción. Paralelamente se desarrollan actividades que se van intercalando, dando origen a un producto que es mucho más que la suma de sus partes.
La diferencia entre uno y otro estilo de montaje consiste en que el "alterno" ofrece a las acciones la posibilidad de unirse en uno o varios momentos de la línea dramática. Por otro lado, vemos que el "paralelo" desarrolla las acciones de manera libre sin que en ningún momento ellas se entrecrucen.
Estas dos formas de narrar buscan alejarse de la literalidad con el fin de generar textos implicitos que complementan el discurso al interior de la imagen.
Es tarea del montajista, de su inteligencia y talento, ser capaz de interpretar los requerimientos del guionista o del director y transformarlos en un mensaje claro y aprehensible para todo espectador.
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